La artrosis (también denominada osteoartritis), en nuestras mascotas como en las personas, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que es progresiva y causa dolor en las mismas. A medida que avanza el proceso se degrada el cartílago que recubre el interior de la articulación e incluso el propio hueso. La artrosis es una enfermedad irreversible para la que no existe curación, pero sí podemos ralentizar la evolución de la enfermedad y por supuesto controlar el dolor asociado a dicha enfermedad.

La artrosis produce:

  • Deterioro de los cartílagos
  • Producción de osteofitos
  • Remodelación ósea
  • Cambios e inflamación de bajo grado en tejidos blandos asociado a cantidades variables de efusión articular no purulenta

Cualquier programa de control de la artrosis en nuestras mascotas va encaminado principalmente a:

  • Aliviar el dolor y la inflamación. El alivio del dolor es clave para mejorar la calidad de vida de nuestra mascota y evitar la progresión de la enfermedad.
  • Disminuir la sobrecarga de las articulaciones. Los perros con sobrepeso, independientemente de su tamaño, corren un gran riesgo de padecer artrosis.
  • Mantener el máximo grado posible de movilidad en las articulaciones afectadas. El ejercicio suave y regular favorecerá el control del peso y mantendrá la movilidad de las articulaciones.

La artrosis en perros

La artrosis es la causa más común de dolor crónico en el perro. Afecta al 20% de los perros con más de 1 año de edad.

La artrosis en el perro suele ser secundaria a una lesión subyacente o por un factor genético. La edad, talla grande con gran peso, raza, obesidad y los traumatismos previos son factores de riesgo para la artrosis en el perro.

Los signos clínicos de la artrosis en el perro, como la dificultad para levantarse, cojera, reticencia a jugar y los cambios de comportamiento, reflejan el dolor asociado a la artrosis.

La artrosis en gatos

Sólo un pequeño porcentaje de casos de artrosis en el gato está relacionado con una lesión anterior o con una enfermedad subyacente. La mayoría de los casos son considerados artrosis primaria “desgastante”, similar a la sufrida por los seres humanos. Estudios retrospectivos de artrosis en gatos revelan un aumento de la prevalencia en gatos mayores.

La artrosis es una enfermedad crónica, dolorosa y progresiva en el gato. A menudo permanece sin diagnosticar debido a que los signos clínicos asociados al dolor musculoesquelético crónico en el gato están relacionados con sutiles cambios de comportamiento o de su estilo de vida.De hecho, con frecuencia, los síntomas de la artrosis en los gatos son considerados por el propietario como una consecuencia natural del proceso de envejecimiento.

Todos los gatos con artrosis pueden mejorar su calidad de vida a largo plazo mediante pequeños cambios en su entorno. Sin embargo, el tratamiento medico para reducir el dolor y la inflamación asociados a esta enfermedad también resulta imprescindible.

Principales signos de la artrosis en el gato:

  • Irritabilidad.
  • Menor acicalamiento.
  • Cambio en los hábitos de higiene.
  • Esta triste o menos juguetón.
  • Disminución del movimiento.

¿Podría tener mi mascota artrosis?

Para realizar este test, fíjate que cada afirmación se corresponde con un círculo de color. Cuenta los círculos de cada color en los que se cumple la afirmación en tu mascota.

Cada círculo de color tiene una puntuacion distinta:
  • … 1 punto
  • … 5 puntos
  • … 15 puntos
Suma los puntos correspondientes a cada círculo y obtendrás la puntuación final:
  • = 1 punto x ……. = …….
  • = 5 puntos x ……. = …….
  • = 15 puntos x ……. = …….
Total = ………… puntos
Si has obtenido…
  • 0-4 puntos: Tu mascota parece tener una buena salud osteoarticular.
  • 5-14 puntos: Tu mascota podría presentar problemas osteoarticulares o algún otro trastorno. Sería recomendable consultar a tu veterinario.
  • 15 o más puntos: Definitivamente, tu mascota tiene algún tipo de problema osteoarticular. Acude al veterinario tan pronto como sea posible.

 

Realiza este test si tu mascota es un perro:

  • Tiene más de 5 años de edad.
  • Muestra una menor capacidad para saltar sobre superficies elevadas (por ejemplo, el sofá o tu regazo) o para subir y bajar escaleras).
  • Muestra una menor capacidad para jugar o sortear obstáculos.
  • Muestra un mayor agarrotamiento al andar.
  • Cojea.
  • Se esconde o evita interaccionar con otros animales de compañía o con otras personas. Se muestra reticente.
  • Muestra un menor grado de actividad.
  • Duerme en lugares inusuales (p. ej. en el suelo).
  • Orina y/o defeca en lugares inusuales.
  • Muestra menor apetito.
  • Ha aumentado o perdido peso.
  • Presenta sobrepeso.
  • En el pasado ha tenido algún problema muscular / óseo / articular.

 

Realiza este test si tu mascota es un gato:

  • Tiene más de 8 años de edad.
  • Muestra una menor capacidad para saltar sobre superficies elevadas (por ejemplo, el sofá o tu regazo) o para subir y bajar escaleras).
  • Muestra una menor capacidad para jugar y escalar árboles, o subirse a la verja o a las vallas.
  • Usa menos el rascador.
  • Muestra un mayor agarrotamiento al andar.
  • Cojea.
  • Muestra una mayor sensibilidad cuando se le toca o cuando se manipulan zonas próximas a las articulaciones.
  • Se esconde o evita interaccionar con otros animales de compañía o con otras personas. Menor ronroneo.
  • Muestra un menor grado de actividad.
  • Se estira menos.
  • Duerme en lugares inusuales (p. ej. en el suelo).
  • Orina y/o defeca fuera de la caja de arena.
  • Muestra menor apetito.
  • Tiene el pelo de peor aspecto (por ejemplo, pelo apelmazado o caspa), porque se lame menos.
  • Ha aumentado o perdido peso.
  • En el pasado ha tenido algún problema muscular / óseo /articular.